La Semana Santa en Arándiga se celebra con actos eclesiásticos, destacando sobre todo el Vía Crucis del Viernes Santo.
Este año me decidí a ir al Vía Crucis y una cantidad de recuerdo de los años 60 se amontonaban en mi mente, recordé como el día anterior a la celebración del Vía Crucis los monaguillos colocaban las cruces a lo largo del camino hasta el Monte Calvario, también eran los encargados de recorrer el pueblo anunciando los actos litúrgicos y su comienzo tocando las famosas carraclas, matracas y caracolas.
Ya el Viernes Santo por la mañana, una gran cantidad de gente se reunía en la Iglesia Parroquial para dar comienzo el Vía Crucis, estamos hablando de alrededor de trescientas a cuatrocientas personas ( Arándiga en la década de los 60 a los 70 contaba con alrededor de mil habitantes ).Allí se concentraban los jóvenes para llevar los faroles con cristales tallados en colores que alumbraban el recorrido hasta el Monte Calvario.
Recorde al sacristán, el Tío Mariano ( el pollo ) controlando todos los preparativos antes de empezar, también vino a mi mente un par de personas que cada una en su época llevaban la pesada cruz de madera vestidos de cirineos hasta el Calvario el primero era Miguel Galindo ( todos lo conocíamos por el Jacobo ) y después Vicente Sanz ( el Coto ) por desgracia el Tío Mariano y Miguel ya no están con nosotros.
Este año alrededor de sesenta personas fueron las que se desplazaron hasta el Monte Calvario para celebrar el Vía Crucis, la despoblación ha hecho mella en Arándiga como en la mayoría de los pueblos de Aragón, y quedan pocos jóvenes, pero no por eso el Vía Crucis fue menos emotivo a pesar de que la amenaza de lluvia obligó a dejar en la Iglesia a la Virgen de los Dolores.
Me alegro de haber ido este año al Vía Crucis para poder recordar tiempos de mi niñez, recuerdos que de vez en cuando vienen a mi mente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario