Este articulo me lo
envió Santiago Herrero (
Santi ) al cual doy las gracias, ya que puede ser el origen de mis antepasados, apellidados
GALINDO
PRECISIONES SOBRE LA ACULTURACIÓN DE LOS MORISCOS A PARTIR DE UN CASO ARAGONÉS
Rosa Mª Blasco Martinez
Universidad de Cantabria
La expulsión de los moriscos a comienzos del S.XVII se debió al fracaso asimilador por parte de la mayoría cristiana. Esta incapacidad integradora por parte del grupo dominante se manifiesta tanto con los moriscos de origen granadino, que cayeron en poder de los reyes cristianos a finales del S.XV, como con los descendientes de los mudéjares del S.XI que llevaban mas tiempo sometidos al señorío cristiano. Unos y otros quieren seguir siendo musulmanes y refuerzan su sentido de grupo, de " linaje " para resistir a la cultura y a los valores que tratan de imponerles.
Sobre el grado de aculturacion de las comunidades moriscas queda todavía mucho que decir; la complejidad del tema aconseja la consulta de fuentes diversificadas no solamente de procedencia inquisitorial, así como determinar el modelo de aculturación a que se ajusta la cuestión morisca. Y como punto de partida, esencial, verificar el doble proceso de cristianización efectiva islamizacion efectiva que tiene lugar en los distintos ámbitos rurales de la Península Ibérica que, como ya indicamos en los trabajos citados, no culminan hasta el S.XI. No obstante, para verificar esta hipótesis es preciso recurrir a la arqueologia: solo las excavaciones en poblados de la Alta Edad Media, entre el S.VIII y el XII nos pueden iluminar el tema.
Frente al desconocimiento de los complejos procesos de cristianización e islamizacion efectivas, es algo lo que sabemos acerca del fracaso aculturador de la población morisca por parte del grupo dominante cristiano a lo largo del S.XVI y comienzos del XVII, porque la documentación inquisitorial es abundante.
El caso de un morisco aragonés, excepcionalmente asimilado, nos puede ayudar a conocer las causas por las que la población musulmana resulto inasimilable.
Se trata de Juan Galindo, nacido de padres cristianos nuevos en Arándiga. Esta villa, a orillas del Jalón y próxima a Morata de cuyo conde era señorío debió caer bajo dominio cristiano hacia 1120, en el reinado de Alfonso I el Batallador. En 1610 su población morisca fue expulsada: 478 personas que habitaban en 125 casas. Cinco siglos de convivencia con cristianos y de dominio de estos no habían conseguido su asimilación.
Una excepción a la conducta generalizada que determina la expulsión de los moriscos del lugar y de la zona, es Juan Galindo. Su peculiar destino no ser expulsado responde a su peculiar biografía.
Conocemos su trayectoria vital a través de una información sobre su persona que se tramita, a instancias de Galindo, para eludir la expulsión que ya ha sido decretada.
Un primer aspecto a considerar es la valoración critica de la fuente. A pesar de ser un documento que se tramita por vía oficial, el comisario Felipe de Porres, el fiscal de la audiencia Pedro Fernandez Demar y San Martín y el secretario y escribano real Juan de Ángulo, del análisis de su contenido se puede cuestionar la exactitud de los datos declarados.
Una detenida lectura del informe evidencia que algunos de los datos manifestados no cuadran.
Como se desprende de la declaración del interesado, a los siete años entró en el convento dominico de Santo Domingo , en Gotor, " donde estuvo ocho años aprendiendo costumbres cristianas, y instruyéndose en nuestra santa fe católica, y desde allí salio para casarse, como se caso con cristiana vieja ".
El propio Galindo manifiesta que en 1611 tiene ochenta años, que estuvo casado con Antonia Marin de la que tuvo cuatro hijos, " tres varones y una hembra llamados el uno Miguel de cuarenta años, el otro Domingo de edad de treita y seis años, y Jerónimo el otro de edad de veinte y ocho años, que todos están casados con hijas de cristianos viejos, vecinos de la villa de Arándiga, y la hembra se llama María Galindo, de edad de treinta y ocho años".
No encaja que salga del convento de Santo Domingo para casarse, aproximadamente con 15 años o pocos mas, y que su hijo primogénito nazca cuando tiene ya cuarenta, y en breves intervalos los restantes.
Cabe la sospecha de que hay una dato falseado, concretamente la edad de Juan Galindo, incrementada en unos veinte años. Si el interesado contaba sesenta en el momento de la expulsión, la fecha de nacimiento de sus hijos y los años que declara tener en 1611 parecen mas acordes. Pero se busca acentuar la vejez y los achaques como medida segura para eludir la salida de España.
Esto supone que en las declaraciones, tanto del propio Juan Galindo como de los testigos, el rector de Morata, el vicario de Arándiga, el cirujano, un hidalgo y un labrador, se ha introducido un dato falso, y esto pese a declarar bajo juramento. Esta constancia nos lleva a cuestionar la fiabilidad de estos documentos; surgen los interrogantes: que margen existía para amañar los datos, que tipo de presiones se llevaban a cabo para " convencer " a los testigos de que declararan en un determinado sentido.
Son cuestiones que habrá que plantearse y tener en cuenta también al utilizar este tipo de documentación, que podría parecer libre de toda sospecha.
Lo cierto es que nos encontramos con un morisco asimilado, que goza de un indudable prestigio en su entorno social, y que exagera su edad para asegurar la permanencia y evitar la expulsión.
Su propio memorial y la declaración de los testigos que aporta nos dan pautas para conocer la separación entre el grupo morisco y los cristianos viejos.
Tres aspectos le distancian de los moriscos:
1. Ha roto con la solidaridad de la comunidad morisca para integrarse en la cristiana vieja.
2. Participa en todo de la religiosidad de los cristianos viejos.
3. Alcanza una profesiòn, honores y ventajas fiscales a las que solo acceden los miembros de este grupo
En cuanto al primer punto, todos los testigos coiciden en afirmar que Juan nunca vivió en el barrio de los moriscos ni tenia trato ni conversaciòn con ellos, sino que mas bien los odiaba y por eso se caso y caso a todos sus hijos con personas de linaje de los cristianos viejos.
Por otra parte se destaca su participación en las practicas religiosas especificas de los cristianos viejos: la Eucaristia, de la que quedaban excluidos los moriscos, las indulgencias y jubileos, ser mayordomo de la cofradia del Rosario y del Nombre de Jesus, iluminero de la iglesia del lugar, su organista etc.
Finalmente quiero destacar el tercer aspecto: no le afectan las fardas, gravámenes y pechos de los moriscos; ha tenido acceso a todos los cargos y honores propios de los cristianos viejos. ni a el ni sus hijos se les ha privado del uso de las armas, y han ejercido de justicias y jurados; es mas Juan como su hijo Jeronimo desempeñan el oficio de notario real.
La raiz de esta cualificación arranca de sus años en el monasterio dominico de Gotor; los estudios y la formación que allí recibió le ayudan y le convierten en un lider; en el futuro sera el alfabetizador de sus entorno, como se desprende del testimonio del cirujano de Arandiga, Juan de Lizarazu: " siendo niño se fue al convento de frailes de santo Domingo, que esta el el lugar de Gotor, donde estuvo mucho tiempo y aprendió a leer y escribir, cantar en el coro y tocar el órgano, de manera que a hecho oficio de sacristan y maestro de escuela desde que este testigo lo conoce ( .... ) y a los cristianos viejos que hay en la dicha villa que saben cantar en la Misa y leer y escribir les ha enseñado al susodicho ".
Andres Fernandez, hidalgo, otro de los testigos, añade que en Gotor aprendió también la gramática.
Así pues, en un hábitat rural, analfabeto, este hijo de cristianos nuevos se convierte, tras la asimilación, en el elemento alfabetizador que enseña la lectura y escritura a sus convecinos y a sus hijos, y además ejerce la profesión de notario real, oficio para el que prepara asimismo a su hijo menor.
Juan Galindo forma parte del reducido núcleo de vecinos que " dirige " la vida del lugar, prueba de ello son los testigos que selecciona para que declaren a su favor: el rector de la parroquia de la villa de Morata, el vicario de la villa de Arandiga, el cirujano, un hidalgo y un labrador.
Como síntesis, y elevándonos a un plano mas general, dos parecen perfilarse como causa del fracaso aculturador de los moriscos: las mayores cargas económicas que soportan y su exclusión en la carrera de honores sociales. Ello provoco que los dos linajes se cerraran sobre si mismos y resultara imposible la integración salvo en casos muy aislados y atípicos.