Cuentan que en la desaparecida Torre Nueva de Zaragoza habito un duende burlón, aficionado a los engranajes de relojería, que con sus traviesas mañas hacia que el reloj de la torre tan pronto se parase como diera horas de mas, creando gran confusión entre los vecinos.
Pronto se le relaciono con una secta de iluminados que por el 1630 capitaneaba Pedro de Isabal.
Sabido es que los duendes son longevos. En 1888 el folclorista José A. Sanchez Perez paso varias noches insomne en la torre pero, a pesar de extraños ruidos, nada notable encontró.
Ya en pleno siglo XX, la noble casona del marques del Palacio de Huarte, en el barrio de La Seo, sufrió los embates del duende que al parecer la emprendió con el señor marques, arrojándole tiestos, arrastrando muebles y cadenas, golpeando puertas e incluso propinandole bofetones con invisible mano al menor descuido.
Sirvientas y hasta institutrices de cofia bien puesta, huían despavoridas para no volver, dicen que incluso el San Bruno del oratorio movía desesperado sus ojos de cristal, hasta que un jesuita aplico sus exoscirmos y el supuesto duende abandono el palacio, transformado actualmente en el Archivo Histórico Provincial.
Pero de veras se fue.... ? En 1934 volvió hacer de las suyas en una casa de la calle Gaston y Gotor, nº 2, 2º derecha, hoy ya derribada.
Cuando la sirvienta introducía el gancho de hierro para el carbón de la cocina, se escuchaba una vocecilla gritar: ! Que me haces daño !. Alertados acudieron guardias, vecinos y curiosos, e insultados fueron todos por el indignado duende, que los tacho de cobardes y medrosos.
Se hablo de fenómenos de " parafonalia " e incluso " criptolalia " , según la docta terminologia del propio director del manicomio zaragozano, Doctor Gimeno Riera, aunque su esfuerzo científico fue en vano, pues el piso se cerro y sus ocupantes se marcharon. Eso si, en los carnavales gaditanos de 1935, al compás de los matasuegras, se escucho esta chirigota:
Suplicamos al fantasma se deje de espiritismo.
El duende de Zaragoza en España fracaso,
porque es un caso corriente en este pueblo español,
donde hay millones de duendes trayendo de cabeza a la nación
Tal resonancia cobro el duendecillo que el Time londinense le dedico alguna pagina y el humorista gallego Fernandez Florez propuso en uno de sus articulo que " el duende de Zaragoza comprobada su locuacidad, pronunciara un discurso en Las Cortes"